lunes, 8 de octubre de 2012

Independencia de Guayaquil


Independencia de Guayaquil SageoEG - Parque Centenario en el atardecer.jpg Columna a los próceres del 9 de octubre en la Plaza del Centenario de la ciudad de Guayaquil. Fecha 9 de octubre de 1820 Lugar Bandera de Ecuador Guayaquil, Ecuador Resultado Emancipación de la ciudad de Guayaquil. Inicio de la Guerra de Independencia de Ecuador. Beligerantes Flag of Guayaquil.svg Guayaquil Flag of Spain (1785-1873 and 1875-1931).svg Imperio español [ocultar] Independencia del actual Ecuador Guayaquil – Camino Real – Primer Huachi – Verdeloma – Tanizahua – Yaguachi o Cone – Segundo Huachi – Riobamba – Pichincha – Ibarra La independencia de Guayaquil fue un proceso independentista que tuvo lugar el 9 de octubre de 1820, con el propósito de romper los lazos coloniales que existían entre el territorio de la Provincia de Guayaquil y el Imperio español, y que dio paso al surgimiento de la Provincia Libre de Guayaquil. La independencia de Guayaquil marcó el comienzo de la guerra de independencia de la Real Audiencia de Quito como parte de las guerras emancipadoras de Hispanoamérica. Entre los factores más influyentes para su desencadenamiento se puede determinar la voluntad de los criollos, los cuales ya poseían un alto estatus social y económico, de obtener el poder político. En la historiografía tradicional ecuatoriana se ha querido ver como precedentes de la independencia de la ciudad a varias sublevaciones populares como la "Crisis de las Alcabalas" en 1592 o la "Rebelión de los Estancos" en 1765, si bien realmente tienen muy poco que ver con reclamaciones independentistas de España. El primer levantamiento pidiendo un gobierno criollo en la Real Audiencia de Quito fue el 10 de agosto de 1809, impulsada entre ciertos sectores ilustrados de la población quiteña por las ideas del prócer Eugenio Espejo. Tradicionalmente se conoce a este acontecimiento como el "Primer Grito de Independencia", sin embargo, los dirigentes de la causa jamás hablaron claramente de independencia sino de más autonomía política con respecto a la metrópoli y a la capital del virreinato. De hecho juraron fidelidad al rey Fernando VII, oponiéndose así a la invasión que por aquel tiempo estaba sufriendo España por parte las tropas francesas de Napoleón y a la proclamación de José Bonaparte como nuevo rey. Las tropas enviadas por el virrey del Perú, José Fernando de Abascal y Sousa, del que dependía por entonces la Real Audiencia de Quito, acabaron con la resistencia popular el 8 de noviembre de 1810. Otras de las causas que influyeron notablemente en la independencia de Guayaquil fueron las campañas emancipadoras de la región norte de Sudamérica, lideradas por Simón Bolívar. Estos sucesos debilitaron las fuerzas españolas de la Audiencia de Quito. Entre los personajes destacados de la revolución independentista se encuentran el Dr. José Joaquín de Olmedo, el prócer José de Antepara, el militar León de Febres Cordero y Oberto o el general José de Villamil entre otros. Contenido [ocultar] * 1 Antecedentes o 1.1 Primeras sublevaciones en la Real Audiencia de Quito o 1.2 Idealismo revolucionario y factores internacionales o 1.3 Rebelión quiteña de 10 de agosto de 1809 o 1.4 Inicios de la guerra de independencia hispanoamericana * 2 Inicios de la campaña o 2.1 La Fragua de Vulcano o 2.2 Organización y planificación * 3 Revolución del 9 de octubre de 1820 * 4 Consecuencias o 4.1 Provincia Libre de Guayaquil o 4.2 Campañas del Sur * 5 Véase también * 6 Referencias * 7 Bibliografía * 8 Enlaces externos [editar] Antecedentes [editar] Primeras sublevaciones en la Real Audiencia de Quito Felipe V, Rey de España. En la época colonial existieron diversas rebeliones en contra del régimen español. En la Real Audiencia de Quito se produjo entre julio de 1592 y abril de 1593 la Crisis de las Alcabalas que dio como resultado el enfrentamiento entre criollos, apoyados por los cabildos, y la Corona, quienes defendían los intereses de la audiencia. La razón principal de estos sucesos se debe a los impuestos de alcabala que se imponían a todo el Virreinato del Perú para los criollos, exonerando a los indígenas. Los motivos de estos impuestos se fundamentan en las costosas guerras que mantenía España en el norte de Europa.[1] Los disturbios desembocaron en enfrentamientos violentos que fueron controlados por medio de una tropa enviada por el Virrey del Perú. Como consecuencia de estos levantamientos, se sancionó al cabildo y se le disminuyó la autonomía de la cual había gozado la ciudad de Quito.[2] Los cambios políticos, administrativos y económicos de la Audiencia, que establecieron los españoles en 1765, provocó un nuevo enfrentamiento entre criollos y chapetones conocido como la Rebelión de los Estancos. El propósito de esta sublevación fue el favoritismo del pueblo hacia el retorno de un gobierno descentralizado implantado con anterioridad por los monarcas españoles de la Casa de Austria y los primeros de la Casa de Borbón, con la cuota de participación que tenían los sectores locales en las decisiones estatales. El rey de España Felipe V, por medio de una ordenanza, estatizaba la producción y la distribución de aguardiente, los rebeldes protestaban porque la venta de este producto había sido establecida como libre en 1738.[3] Este hecho fortaleció el poder que poseía la élite criolla.[4] [editar] Idealismo revolucionario y factores internacionales Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Napoleón en su trono imperial, por Jean Auguste Dominique Ingres, 1806. Las ideas revolucionarias en contra del colonialismo europeo en las Américas empezaron a tomar forma tras las luchas independentistas de las Trece Colonias, con lo cual el Imperio británico tuvo que soportar una revolución que inició en 1775 con la formación de ejércitos continentales liderados por George Washington, y se prolongó hasta 1783, incluso después de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776. La victoria independentista estadounidense tuvo consecuencias que no solo afectaron a los demás países americanos, sino que tuvo repercusiones en el propio continente europeo, en donde, la mayoría de países mantenían rivalidades históricas, económicas, y militares. De hecho, varios otros imperios europeos aportaron económica y militarmente a los revolucionarios norteamericanos con el objetivo de debilitar las fuerzas británicas, generando con ello su desestabilización a nivel internacional como potencia. En América Latina, especialmente en las colonias españolas, la figura de Napoleón Bonaparte fue fundamental. En 1808, las fuerzas francesas napoleónicas invadieron España, con la firme decisión de ocupar la península Ibérica y así de este modo consolidar la formación del Primer Imperio Francés. Con el paso del tiempo, el rey Carlos IV fue obligado a abdicar en la ciudad de Bayona a favor de su hijo, Fernando VII. El rey Fernando VII también abdicó casi inmediatamente, con lo que Napoleón Bonaparte nombró a su hermano, José Bonaparte, como rey de España y quedó manifestado el Estatuto de Bayona la cual reconocía la autonomía de las provincias americanas del dominio español y sus pretensiones de reinar sobre aquellos inmensos territorios cuyos habitantes nunca quisieron aceptar los planes y designios del emperador, son elementos básicos para entender los movimientos de emancipación. [editar] Rebelión quiteña de 10 de agosto de 1809 El doctor Eugenio Espejo empezó a inculcar los primeros sentimientos independentistas en la sociedad criolla quiteña, con publicaciones como "El Nuevo Luciano de Quito" y posteriormente con la creación del diario "Primicias de la cultura de Quito". Fue perseguido por las autoridades españolas y varias veces encarcelado. Una de las personas más influenciadas por Espejo fue Juan Pío Montúfar, II marqués de Selva Alegre, quien en conjunto con varios otros ilustrados quiteños como Juan de Dios Morales y Manuel Rodríguez de Quiroga, planearon el derrocamiento del presidente de la audiencia, Manuel Urriez, I conde de Ruíz de Castilla, con la excusa de imitar el comportamiento que el pueblo español estaba teniendo por aquel entonces rechazando a las autoridades que habían tomado partido por la nueva administración francesa y constituyéndose en juntas soberanas fieles a Fernando VII.[2] Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo. La revolución quiteña se dio el 10 de agosto de 1809 y rápidamente se estableció la primera constitución criolla, suceso que liberó la ciudad de Quito y su provincia del dominio español y la dependencia administrativa de Lima. Sin embargo, el carácter de la rebelión no era independentista ya que los líderes de la rebelión juraron fidelidad al rey de España, al igual que varias otras juntas que se sublevaron en países vecinos, siendo su principal reclamo la posesión de un gobierno criollo al frente de la Real Audiencia.[2] Casi un año después, las fuerzas enviadas por el virrey del Perú tomaron nuevamente la ciudad bajo control español el 2 de agosto de 1810, seguido de una fuerte represión sobre la población de Quito que terminó el 8 de noviembre del mismo año. La mayoría de los dirigentes de la revolución fueron asesinados por las tropas comandadas por Toribio Montés. [editar] Inicios de la guerra de independencia hispanoamericana A medida que España se debilitaba a causa de las guerras en Europa, desde 1808 comenzaron los conflictos en toda América del Sur. En México se originó la crisis política de 1808 y en Montevideo, al igual que varios otros lugares posteriormente, se crearon juntas designadas de autogobierno, originándose así las guerras de independencia hispanoamericanas.[5] Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander en el Congreso de Cúcuta. Entre los líderes independentistas, también llamados libertadores, se encuentran la mayor parte de los "padres de la patria" de los países hispanoamericanos, como Simón Bolívar, José de San Martín, José Artigas, Francisco de Paula Santander, Bernardo O'Higgins, Antonio José de Sucre, Miguel Hidalgo y José María Morelos, entre otros. Bolívar, uno de los más destacados líderes de la emancipación sudamericana, empezó las guerras de independencia en la Capitanía General de Venezuela extendiéndose también hasta el Virreinato de Nueva Granada. Entre sus más destacadas hazañas esta la Campaña Admirable y su paso por Jamaica y Haití. Ya en 1818, la situación del Ejército español en Venezuela se hizo insostenible y varios generales españoles se vieron obligados a retirar algunas de sus fuerzas de la Nueva Granada para intentar contener a Bolívar. Para entonces la situación política y militar era lo bastante buena como para pensar en la organización de un Estado y así fue como se instaló hacia el año 1819 el Supremo Congreso de la República en Angostura. La proclamación del nacimiento de la Gran Colombia y la presencia de los ejércitos independentista cerca de sus fronteras, hicieron que las fuerzas realistas en la Real Audiencia de Quito se movilizaran y quedaran desprotegidos varios sectores. Seguido de esto estalló el 25 de julio de 1819 la Batalla del Pantano de Vargas y el 7 de agosto de 1819 la Batalla de Boyacá que resultó en una gran victoria para Bolívar y el ejército revolucionario. A raíz de esto la atención militar de la Presidencia de Quito se centraría en controlar las fronteras del norte.